La respuesta es clara y contundente: la diferencia entre ser ordinario o extraordinario está en uno mismo.
Victor Küppers lo resumen en una fórmula:
Valor = ( Habilidad + Conocimiento ) × Actitud
Un comercial extraordinario trabaja en sí mismo, tiene confianza plena en su profesión y su desarrollo personal es muy importante. Está en constante evolución, sigue formándose para estar actualizado y para saber más y adquiere nuevos conocimientos que lo alejan de sus competidores. Cada día se valora más, porque sabe más, porque ha crecido internamente, porque se relaciona mejor y en definitiva, porque ha marcado una diferencia.
Trabaja para adquirir nuevas habilidades y mejora permanentemente las que ya tiene. Se toma su desarrollo personal y profesional muy en serio, y eso es lo que le lleva a ser extraordinario.
Ahora, si a las habilidades y el conocimiento le añadimos la actitud, todo se multiplica y esta es la cuestión. La actitud es la forma de enfrentarte a la vida, de relacionarte con el mundo, tu forma de ser y en definitiva, la esencia que te diferencia de los demás.
Desde nuestro postgrado, trabajamos para esos conocimientos y habilidades comerciales que necesitas. Cada edición ampliamos contenidos, materias y actualizamos temáticas. Sabemos que es importante estar al día y que el mercado evoluciona, y por supuesto, queremos hacerlo contigo.